Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!
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Septiembre 9, 2020
Queridos hermanos.
Estamos incluyendo con esta carta el CD que contiene todos los mensajes para toda la temporada de Fiestas. Los días santos son: Trompetas (Septiembre 19); Expiación (Septiembre 28); Tabernáculos (Octubre 3-9, el primer día es un día santo); y el Ultimo Gran Día (Octubre 10). Como todos ustedes saben, cada día santo comienza la noche anterior al ocaso.
A causa de las restricciones causadas por la pandemia china de Wuhan, muchos de nosotros no seremos capaces de reunirnos para los días santos como lo hemos hecho en el pasado. Sin embargo, Dios no está restringido. Jesús dijo que “donde hay dos o tres reunidos en Su nombre,” Él estaría allí. En verdad, Dios y Cristo estarán con cada uno de nosotros a través del Espíritu Santo—de hecho en nosotros espiritualmente. Eso hace un total de tres—usted, Dios el Padre y Jesucristo—aun si ocurre que esté solo físicamente.
Entonces, a pesar de todos los problemas en el mundo alrededor nuestro, podemos aun tener una gran temporada de Fiesta—¡con la bendición de Dios!
Mientras tanto, todas las naciones continúan siendo establecidas para el más grande engaño de lo oculto en la historia del mundo—un engaño final diabólico, que lo abarca todo. Satanás está alcanzando esto en muchas formas diferentes: Primero, él controla todas las religiones, sociedades secretas, gobiernos, bancos, instituciones financieras, el mercado de acciones y los centros de comercio—incluyendo el inmenso negocio de las drogas, legales e ilegales. Luego, él controla casi que todos los medios: publicadoras de libros y revistas, televisión, películas, video juegos, propagandas, música—todas las formas de entretenimiento. Esto incluye la enorme industria del porno, la cual expone incluso a nuestros hijos a una perversión innombrable. Él controla todos los sistemas educativos, y particularmente usa los sistemas de colegios del gobierno para corromper y contaminar moralmente las mentes de nuestros hijos. Satanás está detrás de los recientes y rampantes asesinatos, anarquía y crimen—saqueando e incendiando—emparejado con el “quitar los fondos” de la policía local. Todo esto es parte de su agenda de engaño y destrucción. De gran preocupación es la sutil destrucción de nuestra libertad de expresión y la negación creciente de nuestro derecho de reunirnos y adorar a Dios—lo cual llevará eventualmente al martirio de los cristianos verdaderos.
El libro de Apocalipsis identifica todo esto como la “sinagoga de Satanás,” lo cual hoy es comúnmente llamado el “Establecimiento” o el “Estado de fondo”—¡parte de cada nación en la tierra! Esto es manejado por aquellos quienes controlan las riendas de poder. Son los “súper ricos” del mundo. Pero nuevamente, Satanás es la fuente de este poder y engaño: “Entonces el diablo lo llevó [a Jesús] a una montaña alta y le mostró todos los reinos del mundo en un momento de tiempo. Y el diablo le dijo, “Te daré toda esta autoridad, y la gloria de todos ellos; porque me ha sido dada a mí, y yo la doy a quien desee. Por tanto, si Tú me adoras en mi presencia, todas las cosas serán tuyas”” (Lucas 4:5-7).
Esta “sinagoga de Satanás” directamente adora al diablo—sin ser conocido al público. A través de esta adoración secreta, Satanás conoce a aquellos que son de él—y los recompensa.
No estamos lejos del tiempo cuando el engaño de Satanás será tan completo y penetrante que todo el mundo parecerá “poseído” (Apocalipsis 12:9). Hemos visto ocurrir, en la historia reciente, un fenómeno similar en la Alemania nazi, el imperio japonés, la Unión Soviética, la China comunista, Vietnam del norte, Cambodia, ciertos países africanos, Irak y otras naciones del medio oriente—poblaciones completas oprimidas sin embargo siguen ciegamente a líderes aparentemente “poseídos” que estaban fanáticamente empeñados en la muerte y destrucción. Estos líderes controlados por Satanás son proveedores sádicos del mal, de guerra, destrucción., carnicería y crueldad a una escala inmensa. Nuestras mentes serían entumecidas por la completa magnitud de todo esto.
Pero a pesar de todo lo que está teniendo lugar en el mundo, no estamos aún en el fin. Muchos eventos proféticos deben desarrollarse y tener lugar antes que alcancemos el final—los últimos 7 años. A través de los siglos, los hombres han querido que Dios cumpla Sus profecías durante sus tiempos de vida. Entonces ellos colocan fechas mal concebidas de cuando llegaría el fin—todo lo cual ha fallado. Olvidaron que Dios hace todo de acuerdo a Su programación. Eso es exactamente lo que Jesús le dijo a Sus discípulos justo antes de ascender al cielo: “Así entonces, cuando estaban reunidos, le preguntaron, diciendo, “Señor, ¿restaurarás el reino de Israel en este tiempo?” Y Él les dijo, “No es para ustedes saber los tiempos o las temporadas, las cuales el Padre ha establecido en Su propia autoridad; pero ustedes mismos recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y serán Mis testigos, en Jerusalén y en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.” Y después de decir estas cosas, mientras estaban mirándolo, fue llevado arriba, y una nube lo recibió fuera de su vista” (Hechos 1:6-9).
En la profecía de los Olivos, Jesús había explicado anteriormente a Sus discípulos que el tiempo de todas las profecías del tiempo del fin estaban bajo control del Padre: “Pero aprendan la parábola de la higuera: Cuando sus ramas llegan a estar tiernas, y echan hojas, saben que el verano está cerca. En la misma forma también, cuando vean estas cosas sucediendo, sepan que está cerca, incluso a las puertas. Ciertamente les digo, esta generación en ninguna forma pasará hasta que todas estas cosas hayan tenido lugar. El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras nunca pasarán. Pero concerniente a aquel día y la hora, nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solamente el Padre. Presten atención, estén vigilando y orando. Porque no saben cuándo es el tiempo” (Marcos 13:28-33).
Dado que estamos cerca del fin, tenemos un entendimiento detallado de los eventos que van a tener lugar. También, la estructura de los días santos nos da un buen entendimiento de profecías aun por pasar. Pero aún no sabemos exactamente cuándo ocurrirán.
Consecuentemente, debemos ver eventos proféticos mientras transpiran, Jesús reveló un evento clave que indicará el inicio de la Gran Tribulación. Él dijo que cuando la “abominación desoladora” se pare en el lugar santo, entonces la Tribulación comenzará (Mateo 24:15, 21). Esto significa que el templo judío tiene que ser reconstruido (Apocalipsis 11:1-2). Y, el “hombre de pecado”—el “hijo de perdición”—debe estar en escena. Proclamándose ser él mismo Dios, este líder poderoso entrará en el santo de santos en el templo en Jerusalén donde los hombres lo adorarán como Dios—un Mesías falso (II Tesalonicenses. 2:1-12; Apocalipsis 13:3-8).
Mientras algunas profecías han continuado desarrollándose, muchas otras no han siquiera comenzado a tener lugar. Jesús dijo, “En la misma manera también, cuando vean TODAS estas cosas, sepan que está cerca, incluso a las puertas” (Mateo 24:33). No puede ser la mitad de “estas cosas,” o dos terceras o tres cuartos de ellas. Debemos ver “TODAS estas cosas”—entonces sabremos que el fin está cerca.
Dos profecías mayores adicionales deben todavía ser cumplidas: 1) El “rey del norte” no ha aparecido aun; 2) así mismo, no hay “rey del sur.” Daniel escribe que los eventos finales del tiempo del fin no pueden tener lugar sino hasta que estos dos reyes entren en poder—y el “rey del sur” presione al “rey del norte”: “Y en el tiempo del fin, el rey del sur lo presionará. Y el rey del norte vendrá contra él como un torbellino con carruajes y con jinetes y con muchas naves; y entrará en los países y desbordará y barrerá de paso. Él también entrará en la tierra gloriosa, y muchos países serán derrocados. Pero estos escaparán de su mano: Edom y Moab, y el jefe de los hijos de Amón. Y extenderá su mano también sobre los países. Y la tierra de Egipto no escapará. Sino tendrá poder sobre los tesoros de oro y plata, y sobre todas las cosas preciosas de Egipto. Y los libios y los etíopes estarán a sus pasos. Pero noticias salidas del oriente y salidas del norte lo alarmarán. Entonces saldrá con gran furia para destruir y aniquilar absolutamente a muchos. Y él plantará sus carpas reales entre los mares en la montaña de la tierra gloriosa. Sin embargo él vendrá a su fin, y ninguno le ayudará.” “Y en ese tiempo Miguel se parará, el gran príncipe que representa a los hijos de tu pueblo, y habrá un tiempo de problemas, tal como nunca fue desde que hubo una nación incluso hasta ese tiempo” (Daniel 11:40-45; 12:1).
Hoy, la Unión Europea es débil y en desorden—política, económica y religiosamente. Un líder fuerte no ha aparecido aun en el horizonte quien sería el profetizado “rey del norte.” Así mismo, a pesar de los acuerdos recientes de paz entre los judíos y Emiratos Árabes Unidos, las naciones islámicas están lejos de llegar a ser una entidad unida con un “rey del sur” que rete a Europa. Eventualmente, formarán una confederación floja. De hecho, muchos intelectuales y economistas islámicos desean restaurar un imperio islámico. Pero esto tomará tiempo para desarrollar. Tal vez usarán la Liga de estados árabes como su fundamento.
Es aparente en verdad que muchos eventos profetizados que tratan con los últimos días tomarán tiempo considerable para desarrollarse. Mientras tanto, necesitamos tener en cuenta la advertencia del apóstol Pedro que seremos ridiculizados porque le parecerá al mundo que la profecía bíblica ha fallado: “Ahora, amados, les estoy escribiendo esta segunda epístola a ustedes; en la cual, estoy estimulando sus mentes puras al hacerles recordar para que sean conscientes de las palabras que fueron habladas antes por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador, hablado por nosotros, los apóstoles; sabiendo primero esto, que en los últimos días vendrán burladores, caminando de acuerdo a sus propias lujurias personales, y preguntando, “¿Dónde está la promesa de Su venida? Porque desde que los antepasados murieron, todo ha permanecido igual como desde el principio de la creación.” Pero este hecho está oculto a ellos—ellos mismos escogiendo ignorarlo—que por la Palabra de Dios los cielos existieron desde la antigüedad, y la tierra salió del agua y en medio de agua, por lo cual el mundo en ese tiempo, habiendo sido inundado con agua, había sido destruido. Pero los cielos y la tierra presentes están siendo almacenados por Su Palabra, y están siendo reservados para el fuego en el día de juicio y la destrucción de los impíos” (II Pedro 3:1-7).
Recuerde que por muchos años Noé predicó que Dios iba a destruir el mundo con un diluvio. Pero nadie le creyó. Indudablemente la gente ridiculizaba a Noé y su familia mientras estaban construyendo el arca. Es por eso que Jesús nos dio esta advertencia: “Entonces como fue en los días de Noé, así también será a la venida del Hijo de hombre. Porque como en los días que fueron antes del Diluvio, estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día que Noé entró al arca; y no fueron conscientes hasta que el Diluvio vino y se los llevó a todos lejos; así también será a la venida del Hijo de hombre” (Mateo 24:37-39). Así como Satanás engañó al mundo antes del diluvio, ahora él está engañando a esta generación del tiempo del fin.
Jesús advirtió aún más que todo el mundo sería cogido fuera de guardia, así como pasó con Sodoma y Gomorra: “Ahora, como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo de hombre.… Y fue de la misma manera en los días de Lot: estaban comiendo, estaban bebiendo, estaban comprando, estaban vendiendo, estaban plantando, estaban construyendo; pero en el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos. Así es como será en el día que el Hijo de hombre sea revelado” (Lucas 17:26, 28-30).
En consecuencia, ¿cómo podemos prevenir que lleguemos a ser espiritualmente complacientes y perezosos—incluso parcialmente engañados y ciegos?
Avivar el Espíritu de Dios: En la segunda carta de Pablo a Timoteo, él le aconsejó avivar el Espíritu de Dios: “Cuando recuerdo la fe sincera que hay en ti, la cual vivió primero en tu abuela Lois y en tu madre Eunice—estoy convencido que vive en ti también. Por esta razón, te aconsejo que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de mentalidad sana” (II Timoteo 1:5-7).
Podemos alcanzar esto a través de oración y estudio regular—en un espíritu de arrepentimiento. Así continuaremos creciendo en gracia y conocimiento (II Pedro 3:18) como nos guía el Espíritu de Dios (Romanos 8:14). Cuando nos esforzamos por hacer la voluntad de Dios, en vez de tan solo tener buenas intenciones, Él agitará Su Espíritu dentro de nosotros—así como lo hizo con el pueblo de Judá cuando estaban construyendo el templo en los días de Hageo el profeta. Pero primero ellos tuvieron que arrepentirse de ser flojos construyendo el templo y volver a trabajar: “Entonces Zorobabel el hijo de Salatiel, y Josué el hijo de Josadac, el sumo sacerdote, con todo el remanente del pueblo, obedecieron la voz del SEÑOR su Dios y las palabras de Hageo el profeta, como el SEÑOR su Dios lo había enviado. Y el pueblo temió delante del SEÑOR. Entonces Hageo, el mensajero del SEÑOR, habló el mensaje del SEÑOR al pueblo, diciendo, “ ‘Yo estoy con ustedes,’ dice el SEÑOR.” Y el SEÑOR agitó el espíritu de Zorobabel el hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué el hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y el espíritu de todo el remanente del pueblo. Y vinieron y trabajaron en la casa del SEÑOR de ejércitos, su Dios” (Hageo 1:12-14).
Mientras los judíos tenían un templo físico para construir, nosotros somos un “templo espiritual de Dios” (I Corintios 3:16-17)—y estamos siendo “construidos” mientras desarrollamos el carácter espiritual de Dios. Alcanzamos esto al enfocar nuestras mentes en la máxima meta del Reino de Dios—llegar a ser seres espirituales en la resurrección. Si priorizamos lo espiritual—amar a Dios, orar, estudiar y crecer en gracia y conocimiento—entonces seremos capaces de copar con el estrés de este mundo y la vida en la carne.
Jesús nos exhortó a no llegar a ser consumidos con nuestras necesidades físicas, porque Dios proveerá para nosotros si Lo buscamos primero: “Pero en cuanto a ustedes, busquen primero el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas [nuestras necesidades físicas] les serán añadidas. Por tanto, no estén ansiosos acerca del mañana; porque mañana tendrá cuidado de las cosas de sí mismo. Suficiente para el día es el mal de ese día”” (Mateo 6:33-34).
Poco antes que Pedro muriera, él escribió su segunda epístola. En aquel tiempo, las condiciones en el mundo eran similares a aquellas que estamos enfrentando hoy. Para ayudar a los hermanos, él dejó claro que los estaba agitando a mantener sus mentes en la meta de su llamado y en desarrollar el carácter de Dios—de este modo alcanzando la naturaleza divina y la entrada al Reino de Dios: “Simón Pedro, un siervo y un apóstol de Jesucristo, a aquellos que han obtenido la misma fe preciosa que la nuestra por la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo: Gracia y paz sean multiplicadas a ustedes en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor, de acuerdo a como Su divino poder nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, a través del conocimiento de Quien nos llamó por Su propia gloria y virtud; a través de la cual Él nos ha dado las más grandes y preciosas promesas, que a través de ellas ustedes pueden convertirse en participes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que está en el mundo a través de lujuria.
“Y por esta misma razón también, habiendo además aplicado toda diligencia, añadan a su fe, virtud; y a la virtud, conocimiento; y al conocimiento, auto-control; y al auto-control, resistencia; y a la resistencia, piedad; y a la piedad, amor fraternal; y al amor fraternal, el amor de Dios. Porque si estas cosas existen y abundan en ustedes, no les harán estar carentes de esfuerzo ni carentes de fruto en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero aquel en quien estas cosas no están presentes está espiritualmente ciego—tan miope que ha olvidado que fue purificado de sus antiguos pecados. Por esta razón, hermanos, sean aún más diligentes para hacer su llamado y elección seguros; porque si están haciendo estas cosas, nunca caerán en ningún momento. Porque en esta forma, les será ricamente concedida una entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Por tanto, no descuidaré el hacerlos siempre conscientes de esas cosas, aunque ustedes ya las saben y han sido establecidos en la presente verdad. Porque lo considero mi deber, mientras esté en este tabernáculo, despertarlos haciendo que recuerden estas cosas” (II Pedro 1:1-13). Este pasaje clave nos da una formula paso a paso para crecer en gracia y conocimiento (II Pedro. 3:18).
Sin embargo, si uno ha caído en complacencia y negligencia, él o ella necesita prestar atención a la amonestación del apóstol Pablo a los hermanos en Roma: “Ahora consideren esto, conociendo el tiempo, que ya es hora que deberíamos estar despiertos del sueño; porque nuestra salvación está ahora más cerca que cuando creímos primero. La noche está casi terminada, y el día está acercándose; por tanto, desechemos las obras de oscuridad y vistamos la armadura de luz. Caminemos decentemente, como en el día: no en parrandas y borracheras, no en promiscuidad sexual y sensualidad, no en contienda y competencia. Sino vistámonos al Señor Jesucristo, y no hagamos ninguna concesión para la carne, para cumplir sus lujurias” (Romanos 13:11-14).
En una muy sentida apelación a la iglesia en Éfeso, Pablo instruyó a los hermanos en cómo debían vivir delante de Dios: “Por tanto, sean imitadores de Dios, como hijos amados; y caminen en amor, incluso como Cristo también nos amó, y Se dio a Sí mismo por nosotros como una ofrenda y un sacrificio de aroma perfumado a Dios.
“Pero fornicación y toda impureza o codicia, no permitan incluso que sea nombrada entre ustedes, como es apropiado para santos; ni inmundicia, ni tonto hablar o bromear, los cuales no están favoreciendo; sino en vez de esto, den gracias. Porque esto saben ustedes, que ni fornicario, o persona impura, o codicioso, que es un idolatra, tienen ninguna herencia en el reino de Cristo y de Dios. No dejen que nadie los engañe con palabras vanas; porque por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Por tanto, no sean copartícipes con ellos. Porque ustedes fueron una vez oscuridad; pero ahora son luz en el Señor. Caminen como hijos de luz, (Porque el fruto del Espíritu está en toda bondad y justicia y verdad;) probando lo que es bien agradable al Señor;...
“Y no tengan compañerismo con las obras infructuosas de oscuridad, sino más bien expónganlas; Porque es vergonzoso incluso mencionar las cosas siendo hechas por ellos en secreto. Pero todas estas cosas siendo expuestas por la luz son reveladas abiertamente. Por tanto Él dice, “Ustedes que están durmiendo—¡despierten, y levántense de los muertos! Y Cristo brillará sobre ustedes.” Así entonces, cuídense de caminar prudentemente, no como tontos, sino como aquellos que son sabios, redimiendo el tiempo, porque los días son malos. Por esta razón, no sean tontos, sino entiendan cual es la voluntad del Señor. Y no estén borrachos con vino, en el cual está el libertinaje, sino estén llenos con el Espíritu” (Efesios 5:1-18).
Mientras nos acercamos al fin, necesitamos prepararnos para el “largo plazo”—y no cansarnos de hacer bien o desmayar mientras luchamos la buena batalla de fe. Mientras nos rendimos a Él, Dios despertará nuestros corazones y mentes—nuestro espíritu. Esto nos habilitará para continuar creciendo en fe, esperanza y amor—lo que nos ayudará a afrontar con confianza los retos que enfrentamos cada día.
Hermanos, a pesar de todas las dificultades que podemos estar enfrentando al guardar la Fiesta, estamos orando que Dios el Padre y Jesucristo estén con ustedes y los bendigan. Oramos que tengan una Fiesta maravillosa, una que sea segura y llena de inspiración espiritual. Estamos agradecidos por su amor y oraciones, así como por su apoyo continuo con los diezmos y ofrendas. Que el amor, gracia y la misericordia de Dios estén con todos ustedes.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC